¿Cómo afecta la separación a los hijos? Pautas a seguir
En nuestra sociedad cada vez son más comunes las separaciones y divorcios. Tomar la decisión de separarse no es fácil para muchas personas, ya que existen muchos factores que pueden influir, como es tener hijos pequeños.
El divorcio supone un impacto emocional y modificaciones en la vida de los hijos. Estos cambios pueden generar estrés e incluso podrían causar problemas psíquicos posteriores. Sin embargo, los progenitores pueden reducir este impacto en sus hijos para que no desarrollen daño emocional. De forma que es importante que sepan cuáles son las reacciones más comunes en sus hijos y cómo pueden actuar.
Consecuencias emocionales del divorcio en los hijos
Las consecuencias emocionales del divorcio en los hijos pueden ser diversas, ya que dependen de muchos factores. La insatisfacción y aparición de problemas psicológicos en los hijos depende del: grado de conflicto entre los progenitores; ejercicio conjunto de la parentalidad; estilo de vida; edad de los hijos; explicaciones recibidas; capacidad de afrontamiento,…
Los niños más pequeños (entre 3 y 6 años) suelen esperar la reconciliación de los padres y pueden desarrollar conductas regresivas (orinarse encima, comportarse como cuando eran más pequeños), sentir miedo al abandono y al rechazo, tristeza, ira, etc.
Cuando los hijos son un poco mas grandes sienten miedo, confusión, impotencia, ira, depresión (se vuelven irritables, con muchos sobresaltos y mal humor), etc. Estos síntomas pueden provocar disminución del rendimiento académico, peor autoconcepto, problemas de conducta y dificultades para relacionarse.
Así, los niños que sienten inseguridad emocional y baja capacidad para regular sus emociones pueden padecer problemas significativos en su juventud y edad adulta.
Cómo deben actuar los progenitores
- Ambos padres deben de informar al niño de la realidad que vive, dándole explicación adaptada a la edad y estadio evolutivo para que comprenda la nueva situación.
- No victimizarse con los hijos
- Explicarles lo importante que son en nuestra vida y que le seguimos queriendo y cuidando aunque no vivan juntos.
- Animarle a que expresen sus emociones y que comprendan porque se sienten inseguros y desanimados, enseñándoles a encauzar esas emociones.
- Darles atención, apoyo y afecto
- Evitar conflictos entre los progenitores y mantener una relación cordial.
- No utilizarlos como apoyo emocional ni como consejeros
- Mantener las rutinas y costumbres (hogar, colegio, entorno). le aportara mayor seguridad,
Seguir estas pautas puede ayudar a que los hijos tengan mejor ajuste psicológico y que la separación no suponga daño a su bienestar emocional.