En España sólo un 8% de personas denuncian sufrir acoso laboral (mobbing). Sin embargo, es cada vez más usual que acudan a consulta psicológica pacientes que padecen o han sufrido acoso en el trabajo.
No obstante, en situaciones de acoso laboral también se puede buscar un psicólogo forense con el objetivo de que valore los daños sufridos o las secuelas que hayan podido aparecer como consecuencia del acoso. Estas situaciones suelen ser difíciles de demostrar, pero con las pruebas psicológicas se pueden detectar síntomas propios de haber sufrido acoso.
Así, el informe pericial se utiliza en estos casos para confirmar la existencia de acoso y/o hostigamiento laboral, además de informar cómo afecta en todas las áreas de la vida de la persona. Normalmente, son informes que pueden ser útiles para los abogados porque le ayudan a defender a la presunta víctima con argumentos basados en la sintomatología que presenta.
¿Como realizar un informe pericial psicológico en estos casos?
Para elaborar un informe objetivo e imparcial, el psicólogo forense evalúa cual es la motivación del individuo, si existen síntomas compatibles o no con situaciones de acoso, historia del problema, si ha recibido tratamiento psicológico o no, y pasa pruebas psicológicas para valorar síntomas, secuelas, aspectos de la personalidad, simulación de síntomas, etc.
Con el cómputo de los elementos obtenidos, el perito psicólogo elabora el informe exponiendo si existe trastorno compatible con haber sufrido acoso laboral. Esta prueba aporta información al juez del estado emocional del trabajador y las consecuencias de haber padecido acoso laboral.
El informe pericial de acoso laboral es objetivo e imparcial teniendo más validez que cualquier informe clínico en el Juzgado, ya que la evaluación forense detecta si existe simulación del acoso laboral y de sus síntomas. Los informes clínicos pueden ser de ayuda para detectar sintomatología, pero no tienen el valor de un dictamen pericial.
Algunas consecuencias del acoso laboral pueden ser la pérdida del disfrute, baja autoestima, alteraciones en el sueño y en la comida, puede aparecer ansiedad, depresión, aislamiento del entorno e incluso en muchos casos somatizaciones relacionadas con dolores musculares, trastornos gastrointestinales, nauseas, etc. Además, son muchas las victimas que se dan de baja laboral e incluso dejan el trabajo. Estas consecuencias dependen de la intensidad, duración y numero de personas que realicen el acoso.