¿Qué es el TDAH?
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad es un trastorno neurobiológico, originado en la infancia, que se caracteriza por la falta de atención, la impulsividad, la inquietud psicomotora, y la dificultad para regular su grado y su nivel de actividad.
Las recientes técnicas de neuroimagen han podido demostrar que los niños con este trastorno muestran una hipoactividad en algunas áreas relacionadas con el autocontrol y la atención. También se puede observar un cierto retraso madurativo en el lóbulo frontal y una cierta disminución en el volumen total del cerebro.
El TDAH conlleva, a su vez, alteraciones en el comportamiento, dificultades en las habilidades sociales, y bajo rendimiento académico. Todas estas características hacen que muchos niños con este diagnóstico presenten baja autoestima.
Los niños con diagnóstico de TDAH aprenden mejor si se les permite moverse, al contrario de lo que se cree. La actividad motora en estos niños es un mecanismo compensatorio que ayuda a mantener el nivel de atención o alerta, imprescindible para que la memoria de trabajo pueda funcionar, y así aprender.
El TDAH puede conllevar tener conductas de agresividad y de riesgo (que pueden llevar a tener problemas legales) y conductas de flirteo con las drogas durante la adolescencia. Más del 40% de los niños con TDAH arrastran los síntomas del trastorno a la edad adulta. En el caso de los adultos, el TDAH se vincula a la impulsividad, la agresividad, las drogas y los problemas laborales. Con un correcto tratamiento los niños no tendrían porque mantener los síntomas a la edad adulta.
Controversia en el diagnóstico de TDAH
España, en 2015, fue el segundo país del mundo con más casos de TDAH. En España existe un sobrediagnóstico de este trastorno por parte de diferentes profesionales de la salud. Existe mucha controversia entre los profesionales con el diagnóstico del TDAH. Un estudio en la Universidad de Sevilla en 2012 afirmó que el 40% de los casos de TDAH son falsos diagnósticos.
En EEUU el gasto en fármacos para este trastorno supera los 10.000 millones de dólares en un año. Se cree que el sobrediagnóstico del TDAH en España y en otros países puede deberse a un interés comercial de las farmacéuticas.
Los síntomas de los niños que llegan a consulta se confunden con características propias de niños con desarrollo típico. Los padres o los profesores se quejan que sus hijos o alumnos se mueven demasiado, que se distrae con estímulos no relevantes, que es impulsivo al hablar, que no respeta su turno, que no escucha cuando se le habla y que no sabe organizar sus tareas.
Es necesario una correcta y completa evaluación psicológica y neuropsicológica del niño, de sus padres y profesores para poder hacer un buen diagnóstico por parte de un psicólogo y un neuropsicólogo. Habría que afinar y hacer una evaluación más completa para poder diagnosticar a un niño con TDAH a través de pruebas baremadas de atención y de funciones ejecutivas.
Intervención y tratamiento psicológico y neuropsicológico
En estos niños es necesario la intervención por parte de un neuropsicólogo para que el niño pueda aprender técnicas cognitivo-conductuales dirigidas al aprendizaje de habilidades de autocontrol para la impulsividad, y técnicas cognitivas y neuropsicológicas para mejorar la calidad atencional, la atención sostenida, la memoria y la concentración. El entrenamiento por parte de los psicólogos a los padres de los niños con estas características ha mostrado también ser muy eficaz. Los psicólogos implementan en casa, junto con los padres y con los hijos, técnicas de autocontrol e inhibición, ejercicios para mejorar la atención, juegos y ejercicios que implican seguir reglas, esperar, y sostener la atención e inhibir la conducta.
Es importante que el psicólogo, con ayuda de los padres y profesores, establezcan reglas y límites claros, adapten tareas y actividades, utilicen el reforzamiento y el castigo de manera correcta, refuercen las habilidades de autocontrol e inhibición que el niño empieza a implementar, y ayuden a aumentar la motivación para un mejor rendimiento académico y una mejora en el comportamiento en los diferentes ámbitos.